La importancia de un buen aislamiento

Es básico contar con un aislamiento térmico natural de máxima calidad y gran espesor ya que es la forma perfecta de aportar un confort interior a tu hogar, impidiendo que el frío, ruido y calor entren en tu vivienda, así como mantenerla en condiciones saludables.

Su aplicación, supone una ventaja para alcanzar una mayor eficiencia energética y ahorrar significativamente en las facturas.

Además, dependiendo de la elección del propio material, contribuimos a cuidar al planeta, ya que en función de la materia prima que escojamos y el proceso de fabricación lograremos reducir las emisiones de CO2.

Otro aspecto que considerar es su conductividad térmica. Esta, es la propiedad que mide la capacidad de los materiales de conducir calor. Cuanta menos conductividad tenga, mayor será su capacidad de aislar.

No todos los aislamientos son iguales

¿Cualquier aislante térmico cumple todas las características necesarias para ser bueno? No. Y como casi siempre, cuanto más natural, mejor.

Los aislamientos de materias primas naturales, a parte de cumplir todos los requisitos con niveles de eficiencia muy elevados, también consiguen reducir el impacto ambiental en comparación con otros comunes. Encontramos multitud de soluciones en el mercado, las cuales deberemos comparar poniendo atención en sus características, la transpirabilidad, su capacidad de absorción de la humedad, etc.

5 opciones de aislamiento natural

Lana de Roca

Tiene un mínimo impacto ambiental y no se degrada con el paso del tiempo. Su mayor inconveniente es la cantidad de energía que se necesita para su fabricación. Eso sí, es 100% reciclable y resistente a la humedad y el fuego. Fácil y rápido de instalar.

Fibra de madera

Este material se obtiene como resultado de triturar los restos de madera natural que no aprovecha la industria maderera y, a continuación, mezclarlos con sales de boro.

Para su fabricación, necesita muy poco consumo de energía, por lo que su huella de carbono es reducida. Además, es un material reciclable. Una de sus propiedades es que aumenta el nivel de inercia térmica de la envolvente de forma notable.

Celulosa

La celulosa está compuesta en un 75-85% de fibra de papel reciclado y el resto de ácido bórico. Este ácido bórico le aporta importantes propiedades ignífugas, insecticidas y fungicidas.

Una de sus principales ventajas es que durante su fabricación consume muy poca energía, lo que convierte a la celulosa en un material totalmente ecológico.

Su fácil instalación, su gran capacidad de adaptación debido a su densidad y su transpirabilidad hacen que sea un material perfecto para las viviendas que buscan una alta eficiencia energética, un consumo reducido y un elevado nivel de sostenibilidad.

Lana de Oveja

Este material natural destaca por su sostenibilidad, ya que es totalmente biodegradable y su ciclo de vida se basa en un reciclaje continuo.

Es uno de los aislamientos térmicos naturales más eficaces, más duraderos y fáciles de colocar. Además, es un material higroscópico, capaz de absorber o liberar la humedad en función de la temperatura ambiente, ayudando a crear ambientes secos.

También destaca por su transpirabilidad y su muy baja toxicidad, lo que convierte a la lana de oveja en un aislante natural a tener muy en cuenta para su uso en viviendas ecológicas.

Cáñamo

Es un material natural capaz de retener CO2 durante toda su vida útil, lo que sumado a que es rápidamente renovable y 100% lo convierte en una ayuda perfecta para frenar el calentamiento global y para mejorar el confort interior y la eficiencia energética de cualquier vivienda.

Un excelente aislamiento acústico y una buena capacidad ignífuga completan las ventajas de este espectacular material natural.

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